Tan maravillada quedó Rachel con sus vacaciones en las Islas Maldivas que decidió contar con detalle cómo fueron en su blog:
SOÑAR CON EL PARAÍSO...
Parece que fue hace tanto tiempo (!), pero hace sólo un mes estaba volviendo de uno de los lugares más hermosos del mundo: el Atmosphere Kanifushi en las Maldivas. ¡y desde entonces he estado soñando con eso!
Después de un año tan increíble y agitado, Alex, Amelie, Minnie y yo nos tomamos un merecido tiempo bajo el sol antes de la llegada de Papá Noel.
Estas vacaciones tuvieron muchas primeras veces... la primera vez que las niñas estuvieron en un vuelo muy largo (¡mucho mejor de lo que pensé!), la primera vez que las niñas estuvieron en un hidroavión (¡Qué experiencia!), la primera vez que fuimos a pescar al atardecer y la primera vez que estuvimos en un viaje privado para ver a los delfines nadar en los increíbles alrededores. Somos muy afortunados de haber podido experimentar cosas tan hermosas.
Como muchos de ustedes sabrán, no soy muy fan de volar, así que cuando nos enteramos de que tendríamos que subirnos a un pequeño hidroavión (con tan sólo 10 asientos) que nos llevaría a nuestra hermosa isla, estaba un poco (ok, ¡muy!) nerviosa. Pero volar sobre el brillante mar azul y las playas doradas que en los próximos días serían nuestro hogar resultó ser una de las experiencias más increíbles. Las niñas estaban total y completamente hipnotizadas por la vista. Parecía el paraíso.
Es difícil desconectarse, aún estando de vacaciones. Pero Alex y yo decidimos sólo usar nuestros teléfonos para revisar nuestro correo electrónico tan poco como nos fuera posible mientras estuviéramos allí, lo cual significó disfrutar de cada paisaje, recuerdo y momentos divertidos con las niñas sin distraernos. ¡una bendición! no pude evitar sacar muchísimas fotos. El era hermoso así que mil disculpas a mis queridos seguidores de Instagram, Twitter y Facebook por el constante flujo de fotos de mis vacaciones, ¡pero fue idílico! Dondequiera que mirara había otro paisaje impresionante que quería guardar para siempre.
Nos quedamos en una hermosa villa con una vista de 360º. Era un lugar increíblemente especial y me sentí tan afortunada de haber podido estar ahí. Pasamos nuestros días nadando en la pileta, jugando en el mar, bronceándonos y tomando un trago o dos durante la cena ;) También comimos la comida más fresca y deliciosa en varios restaurantes del resort.
Nos recomendaron ir con las niñas a pescar al atardecer. Nos sentamos en un pequeño bote de pescar de madera cuando caía el sol. El agua estaba serena y el cielo lleno de color. Una vista que quedará en mi memoria para siempre y una experiencia que jamás olvidaré.
A las niñas les gustó tanto estar en un bote que, como regalo final, decidimos llevarlas a ver los delfines la última noche. Otra experiencia que será difícil de superar. Ver las caras de las niñas iluminarse cuando los delfines venían a vernos fue muy especial.
No nos queríamos ir... ¡pero era importante llegar a casa a tiempo para la gran noche del año de Papá Noel! ;)
La manera perfecta de terminar un año locamente ocupado pero divertido, y ahora estoy renovada, relajada y lista.
Mientras tanto, soñaré con el Atmosphere Kanifushi en las Maldivas... hasta la próxima vez... ¡espero!
FUENTES: Rachel Stevens Official.