Aquí va la segunda parte del diario de Rachel:
El especial navideño de Strictly Come Dancing fue la cereza del postre de mi año
Últimamente estoy rodeada de irlandeses. Hace poco estuve en el especial navideño de Strictly Come Dancing y mi pareja fue Tristan McManus, quien también es irlandés.
Estoy trabajando en ponerme al día con la jerga irlandesa y él me dio una lista de palabras para prepararme para los shows en vivo.
Regresar a Strictly fue brillante pero esta vez bailar no fue tan sencillo para mí.
Creo que eso pasa cuando te alejás del baile por tanto tiempo. Y me han pasado tantas cosas últimamente que no pude aprenderlo tan rápido.
Constante.
Cuando sos parte del programa, estás ahí tiempo completo y tu cuerpo se acomoda con el baile constante.
Fue interesante tener un compañero de baile diferente, y fue lindo ver a algunos de los bailarines que no había visto en años.
Me encanta bailar así que fue divertido.
El show es tan bueno y te saca de tu zona de confort hayas bailado antes o no.
Lo genial de este programa es que aprendés muchísimo. No tiene precio. Es oncreíble aprender a bailar así.
FUENTES: Herald.ie